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| Arrancando la mañana. |
Que nos puede esperar en esta nueva aventura, una de corto tiempo pero de aire intenso, de la mano de nuestro querido y conocido compañero Zapata, que aún con nombre de personaje de cómic es un gran hombre, hasta tuvo el gusto de presentarnos a un magnífico pescador de nombre José, un cordobés en tierras manchegas que nos dio una lección nada más salir del coche.
Una jornada de aguas nuevas con ese toque de infancia que no recordaba, hacía décadas que no pisaba por ese lugar, con más agua que no quiero olvidar, encontré un lugar y ahí me puse a pescar, carpas eran lo que buscaba aún con el inconveniente de no conocer ni las técnicas ni los señuelos acordes, maravilloso sin duda el poder recordar.
Pero compañeros en esta ocasión no íbamos al carpfishing, sino al bass, y eramos cuatro, motivados y con ganas de capturar, al aparcar Jose y Zapata marcharon al agua sin pensarlo, ni las cañas teníamos preparadas cuando el andaluz sacó el primer amiguete. Una lucioperca.
Vaya recibimiento, venía con fuerza y entusiasmado, mi enhorabuena campeón, con tu actitud se logra rápido esa primera captura, pero no fue el único que la suerte del lugar acompañaba, Zapata también hizo de las suyas y le llegó el primer bass, una raspa que no quisimos fotografiar.
No podemos decir más de esa orilla, un par de horas centenares de lances y al coche otra vez, hacía la presa decidimos marchar.
En cuanto llegamos premio, el segundo bass, éste desde luego sabe como pescar, hasta se puso en plan campeón, comentando la jugada.
mucho tuvimos que recorrer para volver a sentir picadas en nuestras cañas, el aire se enfurecía y los lances perdían precisión, algún señuelo se perdía por el camino, pero daba igual el lugar lo merecía y por eso nos movimos como ratas en busca de una presa.
y es aquí donde hayamos nuevas alegrías, pequeñas alegrías que renovaron el espíritu casi perdido en estas orillas de cristales líquidos, buen día con sol al descubierto, esperanzas que desde la mochila asomaban, sorprende la pesca que silenciosa se mantiene en la espera.
Y con estas nuevas capturas se acaba la aventura, que desagradable que hayan sido dos los que nos fuimos sin probar bocado, pero rico supo el saber que nuestros amigos si tuvieron la dicha del destino, recogemos y nos vamos que las tripas ya avisan que quieren comida, volveremos con más aventuras y experiencias.
Recuerden, los paraísos hay que cuidarlos sino se convierten en vertederos, las amistades también, nunca se sabe lo que nos espera entre lances.
BUENA PESCA COMPAÑEROS.
