El árbol que yace solo de día y acompañado de noche,
mientras uno descansa y otro emerge.
Ese árbol que enseña de noche,
mientras que el pescador duerme
y respiran los peces.
No hay más árbol,
que el que advierte del hombre.
Ése que enseña a los peces,
mientras el hombre duerme.
De no fiarse de todo que se mueve,
anzuelos y sedales que de fuera viene.
De la mano del hombre,
sale todo lo que se mueve.
No temas amigo pescador,
el árbol también miente,
y es cuando pican los peces.
Él escucha atentamente,
cuando habláis tranquilamente.
Siempre esperando un regalo,
del que busca capturar peces.
Por eso es necesario tener limpia su cama,
para enseñar a los peces,
que el hombre nunca mata.
Una mentira que enseña a los peces,
mientras el pescador duerme
y la noche emprende.
Amigo,
aprende esta fábula,
que los peces atienden
las palabras de un oyente.
BUENA PESCA COMPAÑEROS