Noche fría

Luz clara, luz oscura,

luna brillante y desnuda.

 Soledades infernales,

acompañando y muda.

¿Quién pudiera tocarte? 

¿A quién pedirle tu hermosura?

Provocadora mirada incesante.

Noches frías,

a tu lado me acogía.

Pocos son los privilegiados,

en tu falda han bailado.

Sonrisa oscura empapada,

de dulces estrellas lejanas,

calor incesante y te ocultas

de la mirada intrigada.

De los gatos maullares.

De las luces artificiales.

¿Dónde vas en las noches?

¿Cómo viajas incesante?

Reflejos de la lluvia

de cristales brillantes.

Noches frías,

clara mirada lejana.

Amantes cálidos

en abrazos a tu escondida.

Ahora sal de mi vista,

el sol ya asoma

Y a ti te provoca.

Huye a otras zonas,

donde él no te coja.

sombras que ocultan.

Sobre la hierba pasta el ganado contento,

inviernos quedan de abrigados momentos.

Hambre hay los viernes de cuaresma,

antes los ríos iban sin mierda,

yacen a nuestro lado seres sin mueca.

Quevedos observan en las fortalezas,

unción libra de nuestra ausencia,

estadía para la impaciencia.

Mente necesito respuestas,

orgullo patrio olvidado,

reacciona pueblo engañado,

ira de hombres que viven robando,

rasgueos de guitarras silenciadas.

Los pisaverdes orgullecidos paupérrimos,

oportunistas de impropios enfermos,

Herederos de las heces del amo,

astringidos versos son expuestos,

rojos cabellos libres del viento,

estrechas guijadas pocos alimentos,

mangurrián cree el telediario,

oxidadas lentes huyen de los liosos,

sotiscios mios volver rápidos.

Asfixiantes lujurias pragmadas,

lunfardo de biblioteca,

zurumbático muestra glorias,

ágoras del pueblo abandonada,

discursos de lucrosas ideas,

ornamentos desnuda la palabra,

sobrio de explicaciones todiosas.

Entre humanos.

¡Ay pueblo grande que llora desesperado!,

Que viste crecer y morir a paisanos,

Tus gozos están hoy olvidados,

Estar en paz aclamamos,

Nuestro enemigo está despertando.

Si fuese hoy o ayer el día que enfermamos,

De epidemias y sociedades,

Esas que destruye amor entre hermanos,

Miedos y temores,

Nos inunda los corazones inhumanos.

El lobo sigue aullando,

Los perros ladrando

Y las ovejas balando.

El pastor se aleja del rebaño.

Vemos lejos y turbulento,

De lo cercano ni creemos,

Del engaño comemos,

Y los males aplaudiendo.

¡Ay pueblo grande que llora desesperado!,

Tener paciencia hermanos,

El tiempo terminará ayudando,

No peleéis por ser más malvados,

Esto nos dejará el cuerpo temblando.

Todo pasa por algo,

Ya destruimos sus brazos,

Solo nos está avisando,

Pronto saldremos escarmentados,

Sino corregimos a los humanos.

El río de la vida.

La vida es como un río,

de diferentes caminos,

que no manejamos sus hilos.

Aguas bravas orilla incierta,

flotando sociedades enteras,

calmadas o en guerras,

de la sed quita vidas.

La vida es como un río,

unos despiertos otros dormidos,

aguas sucias aun seguimos vivos.

Aguas bravas orilla incierta,

en sus arroyos escarmientas,

de lagos y pantanos tú atraviesas,

del pesar y del miedo me alejas.

La vida es como un río,

fluyente de lúcidos brillos,

la vida es como un río.

Aguas bravas orilla incierta,

cuanto extraño pescar entre tus piernas,

aguas bravas orilla incierta.

Compañeros, que tengáis buen aislamiento y que el Corona Virus se pase igual de rápido que su llegada.

Fábula de un árbol.

El árbol que yace solo de día y acompañado de noche,

mientras uno descansa y otro emerge.

Ese árbol que enseña de noche, 

mientras que el pescador duerme 

y respiran los peces.

No hay más árbol,

 que el que advierte del hombre.

Ése que enseña a los peces,

 mientras el hombre duerme.

De no fiarse de todo que se mueve,

anzuelos y sedales que de fuera viene.

De la mano del hombre,

sale todo lo que se mueve. 

   No temas amigo pescador,

el árbol también miente,

y es cuando pican los peces.

Él escucha atentamente,

 cuando habláis tranquilamente.

Siempre esperando un regalo,

del que busca capturar peces.

Por eso es necesario tener limpia su cama,

para enseñar a los peces,

 que el hombre nunca mata.

Una mentira que enseña a los peces, 

mientras el pescador duerme 

y la noche emprende.

Amigo,

aprende esta fábula, 

que los peces atienden 

las palabras de un oyente. 

 BUENA PESCA COMPAÑEROS