El lucio fue introducido en España a finales de 1949, siendo una de las especies depredadoras más fascinantes de estas aguas, en este enlace podrás ver sus comienzos:
Compartiendo con la Lucioperca y el Siluro los trofeos deseados por todos nosotros
REPRODUCCIÓN
El lucio se reproduce entre mediados de febrero y finales de marzo, incluso mediados de abril en aguas donde la temperatura sobrepasa dos 8 o los 10 ºC. Forman pequeños grupos de 3 a 6 individuos, normalmente una hembra rodeada de varios machos. Los lugares de puesta se sitúan en zonas de herbajes poco profundas de las orillas.
Con las crecidas del río. el lucio puede aventurarse lejos del lecho y poner su freza en charcos herbosos donde su futuro es incierto. Este comportamiento aventurero también se manifiesta fuera del período de reproducción , durante las crecidas otoñales; es entonces cuando los lucios colonizan las balsas anegables o se quedan prisioneros en pequeñas fosas o canales de irrigación, facilitando su captura.
Las hembras ponen entre 15.000 y 20.000 huevos que se adhiere a los herbajes. Evidentemente, si la zona de puesta se seca, los huevos se pierden. Esto sucede a menudo cuando el nivel de las aguas cambia repentinamente con la puesta en funcionamiento de las presas.
Cada fracción de la puesta puede ser fecundado por un macho diferente. Esta poliandria proporciona una mezcla genética muy importante, lo que, sin duda, favorece a la especie. Tras la puesta, una hembra puede devorar un macho más pequeño, aunque tal canibalismo no se manifiesta habitualmente.
Los huevos se incuban durante 15 días y se necesitan cuatro meses para la completa reabsorción de la vesícula. Los lucios más jóvenes son planctonófagos, pero rápidamente se vuelven ictiófagos. Estos aprendices de cazador escogen como presa los alevines ciprínidos recién nacidos. Puesto que su técnica de acecho todavía no está muy perfeccionada, van errando por las playas poco profundas en busca de alimentos. Su comportamiento se mantiene durante un año o dos; estos peces de 20 a 40 cm son víctimas perfectas de las cucharillas.
El coeficiente de engorde de los pequeños lucios se corresponde con la media del coeficiente de los depredadores: 500 a 600 g de cría para alcanzar 100 g de peso, un adulto necesita 1.2 kg para llegar a los 100 g, A lo largo de su vida unos 15 a 20 años con un peso de 10 a 12 kg no habrá consumido más de 200 kg de ciprínidos.
COMPORTAMIENTO
El entorno habitual suelen ser las zonas tranquilas y bastantes profundas con mucha vegetación. Las cepas sumergidas, las ramas muertas y los herbajes son los puestos que más ocupa. En verano, persigue al alburno en las zonas más oxigenadas: corrientes bastantes vivas y remolinos de los grandes ríos, cañizares o menúfares de los estanques. Cuando el calor es intenso, vuelve a las profundidades y navega bajo la termoclima en los grandes lagos. Sin embargo, en algunos casos han aparecido algunos en la superficie, sobre todo en el mes de agosto, en puestos característicos del black bass. Cuando las aguas empiezan a enfriarse, a principios de otoño, los lucios vuelven con los ciprínidos a los hoyos profundos, no muy lejos de las orillas, o a los canales de evacuación de los embalses, cerca de la compuerta. Las acumulaciones de rocas, los confluentes de pequeños río, así como los brazos muertos, constituyen buenos lugares para su pesca.
Generalmente, las crías jóvenes se sitúan en las orillas de los estanques, donde hay poca agua. Pero en verano, o incluso durante el mes de octubre o noviembre, también podemos ver cazar al lucio entre los cañizos de las orillas El lucio es un cazador solitario que se esconde mientras espera a su presa. Aunque no sea muy rápido, alcanza su velocidad punta en unos segundos, lo cual suele sorprender a los peces imprudentes que se encuentran a su alrededor. Para cazar sus presas, no suele recorrer muchos metros, excepto en el caso de las ranas, a las cuales caza fácilmente cuando se ven obligadas a zambullirse. Los pequeños peces suelen agruparse en grupos compactos; esta actitud constituye un modo de protección eficaz contra los depredadores aunque parezca bastante paradójico, esto confunde al lucio que al no poder escoger uno de los individuos, intenta su ataque en vano. Cuando el lucio se precipita sobre un banco de peces, estos empiezan a saltar des-unificados, pudiendo escoger a los más débiles y regulando la población de estos, contra mas grande es el lucio mas grandes son sus presas.
Según su actitud podremos saber si está activo o en reposo, estando cerca del fondo con la cabeza en descenso, las posibles presas suelen estar tranquilas, cuando está hambriento se inclina hacia la superficie.
El canibalismos en el lucio es una practica entre los más jóvenes, no siendo muy frecuente salvo en épocas de despoblación de alimentos y reproducción.
El lucio se localiza en casi todos los países europeos, viviendo incluso en aguas saladas alcanzando las tallas más altas.
FIN